
La columna vertebral se ha adaptado a la postura erecta del ser humano, adoptando la forma de una “S” doble. Inicialmente, la columna tenía una disposición horizontal como la mayoría de los mamíferos y más aún la de los primates.
Normalmente presenta cuatro curvaturas.
Una cervical en lordosis con dirección hacia atrás, la dorsal en cifosis hacia adelante, la lumbar hacia atrás en lordosis y, finalmente, la sacra hacia adelante muy fija.
Esta disposición en curvas distribuye mejor las cargas contra la gravedad, a diferencia de una estructura enteramente recta.
Todas las curvaturas están en armonía, alineándose sobre un eje que va desde la cabeza a los pies; si por alguna razón, como cuando se está con una flexión sostenida del cuello, y la cabeza sale fuera del punto de equilibrio, se altera la distribución del peso. Esta redistribución de la carga axial genera cambios en el disco y articulaciones que no se limitan a la columna, sino que también compromete músculos, tendones por sobredistensión.
Las desviaciones pueden ser de diferente origen, afectar a diferentes edades.
Se reconocen: desviaciones en el plano lateral y en el plano frontal.
Es un aumento de la convexidad de la columna (giba, joroba) porque el eje sale hacia adelante. Existen dos tipos de cifosis:
1.- Cifosis no estructuradas: No hay alteraciones estructurales en la columna, la cual conserva su anatomía y función normales. Son de carácter funcional, muchas veces generadas por una mala postura. Esta deformidad se puede corregir espontáneamente. Pueden ser:
2.- Cifosis estructuradas: Por alteraciones en la forma de las vértebras, la mayoría de causa congénita: por hemivértebras, vértebras mal desarrolladas, dan cifosis de alto grado, que puede ir asociada a escoliosis. Son graves y muchas requieren cirugía.
El 70% de las cifosis estructuradas no se corrigen espontáneamente, o si se trata de hacerlo, nunca se logrará corregirla al 100%.
Otras causas de cifosis: neuromusculares, postraumáticas, postquirúrgicas, postirradiación, displásicas, por procesos infecciosos, procesos inflamatorios, enfermedades raras como la enfermedad de Scheuermann (70% de las cifosis estructuradas).
La escoliosis se caracteriza por presentar una curvatura lateral en el plano frontal o coronal. Podemos hablar de:
Escoliosis no estructuradas o falsas escoliosis (funcionales): De etiología múltiple, en la mayoría de los casos compensatoria a una causa estructural fuera de la columna como un miembro de mayor altura que el otro, escoliosis antiálgica por postura adoptada por presencia de dolor. Se modifica la curva con la inclinación del tronco.
Escoliosis estructuradas o escoliosis verdaderas: Es una deformidad de la columna vertebral que aparece durante el crecimiento, afectando la columna en sus tres ejes. Además de la presencia de una curva lateral en el plano frontal, aparece una rotación vertebral. Son de carácter definitivo y no corregibles en forma voluntaria por el paciente.
La desviación de la columna vertebral, ya sea en forma de "S" o forma de "C", puede ser única, ubicada en el segmento dorsal, lumbar; o en ambos.
1.- Idiopáticas: Se desconoce su origen. Constituyen el 80% de todas las escoliosis, siendo su incidencia entre la población infantil cerca de un 2%.
Características:
Casi nunca existe una consulta por dolor. El motivo más habitual es estético: la deformidad del tórax y la asimetría del talle.
A veces hay historia familiar de escoliosis, con antecedentes familiares. No está comprobado que esta afección sea hereditaria.
Las escoliosis idiopáticas han sido clasificadas con respecto a la edad en que aparecen en dos grandes grupos:
2.- Congénitas: Segunda en orden de frecuencia, por defectos de formación vertebral, defectos de segmentación vertebral o defectos mixtos. Una forma frecuente es por la presencia de una hemivértebra.
3.- Neuromusculares: En pacientes con enfermedades degenerativas de inicio en la infancia y progresión en la adolescencia. Son, en general, de origen genético y no tienen en la actualidad un tratamiento etiológico. Presentan como característica común una pérdida de fuerza progresiva que, junto a una severa hipotonía, contribuye al desarrollo de la escoliosis, en muchos casos severa.
En la escoliosis infantil y juvenil se encontrará cierto grado de cifosis, en especial la que se inicia en edad infantil. La escoliosis implica cambios óseos como:
Según la localización de las curvas, hay varios tipos:
La escoliosis puede estar compensada o no.
Importante asimetría de hombros y escápulas.
Test de Adams: Al inclinarse hacia adelante doblando la cintura, la giba dorsal se pone de manifiesto.
Test de la plomada: Nos indica si las curvas están compensadas o no. Desde la séptima cervical se deja caer un hilo o cuerda de la que pende un peso; si no queda a nivel de la línea interglútea, significa que existe una desviación: está descompensada.
Las alteraciones podrán darse por incremento, disminución, abolición e incluso inversión de las curvas fisiológicas normales. Estas desalineaciones pueden ser:
Existen dos grandes grupos de este tipo de desviaciones:
Las del plano lateral o sagital y las del plano frontal o coronal. Se dividen en:
Rectificación de la lordosis fisiológica normal (falsa cifosis). La columna, por dolor y artrosis, se hace recta, cambiando el eje corporal sagital; por estar la cabeza hacia adelante, aumenta su peso. Por esta razón, los músculos posteriores del cuello sufren tensión por estiramiento (causa común de dolor cervical en la nuca y cuello).
Cifosis cervical: Frecuente por cirugías cervicales posteriores, por estenosis. Otras causas: enfermedades degenerativas del disco y cuerpo vertebral. También la cabeza es llevada hacia adelante.
Hipercifosis: Aumento de la concavidad anterior de la curva torácica. Supone un incremento significativo de la convexidad posterior en la región dorsal. Una forma progresiva de hipercifosis se da en mujeres postmenopáusicas, en quienes, producto de las frecuentes fracturas de los cuerpos vertebrales, la columna adquiere una "giba" que progresa conforme pasan los años. La paciente se encorva y achica.
Dorso plano: Se refiere a la disminución de la curva dorsal fisiológica.
Hiperlordosis: Es el aumento de la concavidad posterior de la curvatura lumbar, semejante a la postura que adoptan las embarazadas.
Inversión de la lordosis fisiológica: Desaparición de la curvatura lumbar.
Espalda plana: Los segmentos dorsal y lumbar son rectos por enderezamiento de sus curvaturas normales.
En todas estas alteraciones también deben considerarse las desviaciones que en conjunto adoptan la columna y la pelvis.
Hay tres tipos de inclinaciones pélvicas: anterior, posterior y lateral. Para entender mejor esto, imaginemos la pelvis como un tazón grande lleno de líquido hasta el borde. La parte anterior del tazón, a la altura del hipogastrio (por debajo del ombligo); la parte posterior, a la altura de las nalgas.
Durante la inclinación anterior o anteversión, la pelvis se inclina hacia adelante, es decir, el líquido se derramará. Este tipo de inclinación es muy común en la población general y se asocia a menudo con una serie de lesiones, incluyendo dolor de espalda baja y tensiones musculares.
Durante la inclinación posterior o retroversión, la pelvis se inclina hacia abajo, derramándose el líquido por la parte trasera. Esta inclinación afecta directamente a los discos.
La inclinación lateral se produce cuando el lado izquierdo o derecho de la pelvis es más alto que el otro lado por un miembro inferior más largo. También en pacientes con escoliosis severa o en aquellos con desequilibrios musculares unilaterales o con alteración de los huesos.
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